La Cavale

Por: Victor Simón

Diseñado por Herbulot, marcó una época en Glenans y en el Cina. Sus líneas siempre llaman la atención y resultó ser un emblema de la escuela francesa junto con el Vaurien y la Caravelle.

La Cavale es un pequeño crucero costero de 5,50 m diseñado por Jean-Jacques Herbulot para la escuela de vela de Glénans en 1966. Es más pequeño pero bastante similar al Mousquetaire en las formas del casco, con unas dimensiones cercanas al Corsaire pero con un camarote muy bajo, sin techo y más corto. que en todo caso podría tener la posibilidad de acoger para dormir a dos personas y practicar camping costero. La construcción es en contrachapado marino, su casco por lo tanto es con cantos vivos. Existen 2 versiones Cavale: clásico y HC. El clásico es el de “Les Glénans”, sin techo, aparejado 7/8, sin backstay. El Cavale HC, que sale de los astilleros Craff (en Odet), está aparejado a tope y tiene techo y estay de popa, con acomodación para cuatro personas. Hace pocos años se reinventó un nuevo modelo llamado Cavaledeux, inspirado en el diseño de Herboulot, (lo vemos compitiendo con La Cavale en la foto).

Que decir de La Cavale para los que estuvimos en el Centro Internacional de Navegación de Arousa.

La superficie vélica es bastante grande. no hay estay de popa. El triángulo delantero, está colocado a más del 75% de la altura del mástil, lo que permite a la Cavale disponer de una gama de velas de proa bastante amplia, incluido un spinnaker.

El equipo de maniobra es rústico. Las poleas de retorno del foque se desplazan sobre un cáncamo fijado en el interior de la pequeña amurada que rodea toda la cubierta, y la escota regresa a través de una polea articulada situada en el extremo del carro de la mayorta hasta el único winche montado en la parte delantera de la barra de escota.

La barra de escota de mayor lleva un sencillo carril sobre el que circula un deslizador metálico sin rodillos El polipasto de cuatro hilos regresa al timonel a través de una polea en el suelo. Al igual que ocurre con la escota de foque, tampoco hay cornamusa para la escota de mayor. Por otro lado, en cada banda hay un trapecio.

Los bancos de la cabina, bajo los cuales se colocan las literas, son bastante amplios y ofrecen una buena superficie para los amantes del sol, que seguramente se sentirán tranquilos con la existencia de un pequeño tajamar. En un nivel positivo, parece haber una contradicción, ya que la Cavale tiene un trapecio, mientras que hacer banda los demás miembros del equipo parece difícil de concebir a falta de cinchas y debido a la anchura de los bancos.

La superficie vélica bastante grande y un buen génova le dan a la Cavale un buen rendimiento con poco viento.

La Cavale maniobra con rapidez, muestra gran docilidad al timón y tiene un temperamento conciliador. La reacción al ajuste de la vela no es muy sensible; no más que la distribución de los pesos: sin embargo, hay que tener cuidado de no escorar mucho o siquiera un poco, para no sentir una desaceleración bastante clara cuando la regala sumergida entra en acción.

Con viento medio, se mantienen buenas prestaciones, pero la Cavale debe navegarse casi plana sobre el agua, a riesgo de ralentizarse notablemente. Pronto se aprecia el trapecio. Algo que no siempre se hacía, permaneciendo desmontados casi siempre.

El uso de la barra de escota permite mantener toda la mayor en fuerza 3 con la ayuda del trapecista y otros miembros del equipo haciendo banda, sino es imposible luego, hay que rizar y la Cavale mantiene su ruta con rigor, moja muy poco a su tripulación.

Si la escora supera los veinte grados, requiere timón y frena en lugar de acelerar, por lo que no se debe dudar en reducir la vela. La maniobra de cambio de foque es fácil la presencia de mosquetones obliga a permanecer adelantado durante un tiempo determinado. Llevar los clásicos rizos en la vela mayor no supone ningún problema, excepto cuando se mete el rizo tres donde la Cavale pierde mucha fuerza en ceñida.

A favor del viento, la Cavale acelera bruscamente y alcanza un exceso de velocidad con bastante facilidad, pero sin llegar a planear. El control sigue siendo fácil, pero también son bruscas las reacciones del casco de lomo afilado. A veces son necesarios fuertes movimientos de dirección para mantener la línea en las crestas, pero nunca se pierde el control . Es difícil aprovechar al máximo una brisa fresca, el carro de la escota de mayor no se mueve bajo carga y, a menos que la escota de mayor sea largada, el movimiento sobre la barra se realiza con dificultad.

Sustituida hace mucho tiempo por otros modelos en Glenans, todavía pueden verse navegando en Francia sobre todo la versión HC, más lastrada.